viernes, 29 de noviembre de 2013

Un dos tres probando!


Siempre digo lo que pienso 

No quiero ser tu artista favorito 
Tampoco me interesa representar a Puerto Rico 
Pa’ representar a mi país están los deportistas 
Lo mío es soltar la lengua y que resbale por la pista 
Yo tengo del respeto que no se compra con plata 
Soy un tipo decente sin tener que usar corbata 
Rimando con franqueza soy todo un académico 
Soy más polémico que Michael Jackson y su médico 
(Siempre digo lo que pienso) 
Mis letras groseras son más educadas que tu silencio 
Se equivocaron un par de novatos en la escena 
Pero se disculparon, no hay ningún problema 
Tirar con indirectas, eso no es cosa de hombres 
El que me tire a mí tiene que mencionar mi nombre 
Y cuando me mencionan rimando estupideces 
Los pongo a caminar en falda, cómo los escoceses 
Con un buen manejo del vocablo 
Rimando hay pocos caballos en el establo 
Diablo! La envidia los bloquea 
Tuvo que venir un rockero a darles clases de cómo se rapea 

(Coro) 

Siempre digo lo que pienso 
Aquí no hay armas, yo me la juego inteligente 
Siempre digo lo que pienso 
Con dos palabras puedo tumbarte un par de dientes 
Siempre digo lo que pienso 
Cuando quiero decir algo, lo digo de frente 
Siempre digo lo que pienso 
Dejarte hablar no combina con gente valiente 

Baterista de pequeño, rapero cuando adulto 
Por eso riman a tiempo todos mis insultos 
A las mentalidades prehistóricas 
Las capturo con groserías luego las mato con retórica 
Los problemas no se dan por sentado 
Y más cuando hay abuso de parte del estado 
Sería muy fácil para mí escribir un bolero 
O hacer un video rapeando encima de un velero 
Con mujeres en pelotas acariciándome los huevos 
Sacrificar mis ideales pa’ venderte un disco nuevo? 
Si es así mejor me quedo 
No se puede escribir sobre el dolor cuando se escribe con miedo 
Conformarse y dejar de insistir 
Es cómo ver a alguien ahogándose y dejarlo morir 
No importa si me escucha una sola persona por esta vez 
Cuando conecto a uno conecto a diez 
Que importa si no sueno en la radio de mi país 
Tengo al mundo dando vueltas con las letras que escribí 
Me censuraron por razones obvias 
Porque fui más honesto con ustedes que lo que fui con mi ex-novia 
Soy el que te recuerda cómo estamos de jodidos 
Y que todos tus problemas pueden ser como los míos 
(Oye!) 
Yo soy todo lo que tú escondes 
Soy el que está pa’ ti dime cómo, cuándo y dónde 
(Coro) 
Siempre digo lo que pienso 
Aquí no hay armas, yo me la juego inteligente 
Siempre digo lo que pienso 
Con dos palabras puedo tumbarte un par de dientes 
Siempre digo lo que pienso 
Cuando quiero decir algo, lo digo de frente 
Siempre digo lo que pienso 

Hoy te va a conocer el mundo entero 
Te voy a hacer famoso pero por periquero 
Alcalde drogadicto con cara de idiota 
Ganarme esos grammys fue como venirme en tu boca 
Eres corrupto, tú lo sabes, yo no me chupo el dedo 
Tienes cara de narcotraficante con miedo 
Con el dinero de las regalías de esta canción 
Te prometo que te llevo a Cuba y te pago la rehabilitación 
No me vengas a amenazar con la CIA 
Yo también tengo amigos policías 
En México, Colombia y Venezuela; Cuba, Argentina y hablo con ellos to’s los días 
Tengo amigos que te han visto cambiando el perico 
La coca, hueliendo, olfateando 
Pa’ que no digan que esto es un montaje 
Yo te invito a hacernos la prueba de dopaje

jueves, 7 de noviembre de 2013

martes, 3 de septiembre de 2013

jueves, 15 de agosto de 2013

Exposición del Presidente Evo Morales ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea



Con lenguaje simple, que era trasmitido en traducción simultánea a más de un centenar de Jefes de Estado y dignatarios de la Comunidad Europea, el Presidente Evo Morales logró inquietar a su audiencia cuando dijo:



“Aquí pues yo, Evo Morales, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace solo quinientos años. Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante.

Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.

El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo. También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Evo Morales, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis.

Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan ‘MARSHALLTESUMA”, para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional? Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.

Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarles a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia.

Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra.

Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo.

Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.

Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica…’”


miércoles, 10 de julio de 2013

miércoles, 10 de abril de 2013